Los jóvenes no abandonan las conductas sexuales de riesgo. La pasada semana volvieron a saltar las alarmas al publicarse que una chica de once años de León está embarazada. No es la única ciudad ni provincia en la que hay menores de quince años embarazadas.
En la provincia de Jaén, por ejemplo, 252 adolescentes de entre 15 y 19 años se quedaron embarazadas y tuvieron un hijo en 2006, según los datos del Instituto de Estadística de Andalucía -los últimos completos-. Más de la mitad aún no había cumplido ni los 18 años. Y más preocupante aún para los responsables de los servicios de asesoramiento, las administraciones y las familias, dos de ellas no superaban los 15 años.
La difusión de información sobre sexualidad por parte de las administraciones y otras instituciones se queda en el camino en algunos casos. Los jóvenes no aprueban la clase de sexualidad. En Andalucía, según un estudio del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), un 75,6 por ciento de los adolescentes entre 14 y 17 años, todavía no ha mantenido relaciones sexuales.
Se cree que esta cifra está variando. Los jóvenes de 18 a 21 años, sólo el 22 por ciento, manifiesta no haber tenido aún relaciones sexuales. Entre los mayores de 18 años, el 8 por ciento ha declarado tener relaciones sexuales con penetración a diario, el 38 por ciento al menos una vez a la semana, el 9 por ciento al menos una vez al mes y el 27 por ciento esporádicamente. El 18 por ciento no responde.
La mayoría de los jóvenes, un 52,4 por ciento, comienza sus relaciones sexuales entre los 14 y 19 años, siendo la media de inicio de relaciones de 17 años en los chicos y de casi 18 (17,9) en el caso de las chicas. En ese mismo estudio, que coloca un poco en situación, se recoge que los jóvenes conocen mayoritariamente los métodos anticonceptivos. El preservativo y la píldora anticonceptiva son los métodos más difundidos entre la población joven. Algo más reducido es el conocimiento del dispositivo intrauterino (DIU). El coito interrumpido, no es un método anticonceptivo, pero se práctica frecuentemente.
Cuando se producen rotura de preservativo, que podrían llevar a embarazos no deseados, los jóvenes entre 18 y 25 años, optan por la píldora del día siguiente (28,2 por ciento) o por no hacer nada (25,4 por ciento). Los adolescentes dicen que en caso de embarazo lo hablarían con sus padres (20 por ciento), consultaría a un médico (15 por ciento) y tendrían el niño (15 por ciento). Entre los mayores de 25 años, la opción preferida es tener al niño (44 por ciento).
En ese mismo estudio se pone de manifiesto que en Andalucía, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) ha aumentado de modo «importante» en todos los grupos de edad de las jóvenes. Los factores que influyen son muy variados, no obstante, desde los centros de educación sexual que acuden a institutos a impartir clases o que ofertan talleres a estos grupos de edad, explican algunas situaciones de presión por parte de las parejas -entiéndase jóvenes que están saliendo desde hace una semana o dos- a mantener relaciones sexuales sin preservativo porque a él no le gusta y «si no le deja y se va con otra».
Cuando mantienen esa relación, en ocasiones como se ha indicado, toman la píldora del día después si creen que ha habido algún riesgo «mayor». En la provincia jienense, según los datos facilitados por el Distrito Sanitario de Jaén, en los centros del Servicio Andaluz de Salud se dispensaron a lo largo del año pasado 4.963 píldoras del "día después".
Según explica Eduardo Sánchez, jefe del Distrito Sanitario jienense, el 66 por ciento de las mujeres que pidieron la píldora postcoital comprendía una edad entre los 17 y 29 años. Las menores de 17 supusieron el segundo grupo de edad que más demandó este medicamento indicado exclusivamente para interrumpir un posible embarazo con como máximo 72 horas después de haber mantenido una conducta sexual considerada de riesgo. Fueron el 23 por ciento del total de demandantes.
Eduardo Sánchez indica que la rotura del preservativo fue el principal motivo al que aludieron las jóvenes que pidieron la píldora del día después. Aun así, el director del Distrito de Jaén afirma que, en muchos casos, las jóvenes hacen uso de este fuerte fármaco (con efectos secundarios agresivos) como método anticonceptivo. «Cuando acuden al médico para solicitarlo o lo piden en una consulta de Planificación Familiar, se les informa claramente de que esta píldora es sólo para ocasiones excepcionales y que, debido a los riesgos que conlleva, es muy poco recomendable que se use como un anticonceptivo habitual.
Esta semana se ha conocido, además, otra encuesta de Bayer Schering Pharma en la que se destacaba que el 40,2 por ciento de las jóvenes de entre 15 y 19 años no utiliza anticonceptivos en sus relaciones sexuales.
En la provincia de Jaén, por ejemplo, 252 adolescentes de entre 15 y 19 años se quedaron embarazadas y tuvieron un hijo en 2006, según los datos del Instituto de Estadística de Andalucía -los últimos completos-. Más de la mitad aún no había cumplido ni los 18 años. Y más preocupante aún para los responsables de los servicios de asesoramiento, las administraciones y las familias, dos de ellas no superaban los 15 años.
La difusión de información sobre sexualidad por parte de las administraciones y otras instituciones se queda en el camino en algunos casos. Los jóvenes no aprueban la clase de sexualidad. En Andalucía, según un estudio del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), un 75,6 por ciento de los adolescentes entre 14 y 17 años, todavía no ha mantenido relaciones sexuales.
Se cree que esta cifra está variando. Los jóvenes de 18 a 21 años, sólo el 22 por ciento, manifiesta no haber tenido aún relaciones sexuales. Entre los mayores de 18 años, el 8 por ciento ha declarado tener relaciones sexuales con penetración a diario, el 38 por ciento al menos una vez a la semana, el 9 por ciento al menos una vez al mes y el 27 por ciento esporádicamente. El 18 por ciento no responde.
La mayoría de los jóvenes, un 52,4 por ciento, comienza sus relaciones sexuales entre los 14 y 19 años, siendo la media de inicio de relaciones de 17 años en los chicos y de casi 18 (17,9) en el caso de las chicas. En ese mismo estudio, que coloca un poco en situación, se recoge que los jóvenes conocen mayoritariamente los métodos anticonceptivos. El preservativo y la píldora anticonceptiva son los métodos más difundidos entre la población joven. Algo más reducido es el conocimiento del dispositivo intrauterino (DIU). El coito interrumpido, no es un método anticonceptivo, pero se práctica frecuentemente.
Cuando se producen rotura de preservativo, que podrían llevar a embarazos no deseados, los jóvenes entre 18 y 25 años, optan por la píldora del día siguiente (28,2 por ciento) o por no hacer nada (25,4 por ciento). Los adolescentes dicen que en caso de embarazo lo hablarían con sus padres (20 por ciento), consultaría a un médico (15 por ciento) y tendrían el niño (15 por ciento). Entre los mayores de 25 años, la opción preferida es tener al niño (44 por ciento).
En ese mismo estudio se pone de manifiesto que en Andalucía, la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) ha aumentado de modo «importante» en todos los grupos de edad de las jóvenes. Los factores que influyen son muy variados, no obstante, desde los centros de educación sexual que acuden a institutos a impartir clases o que ofertan talleres a estos grupos de edad, explican algunas situaciones de presión por parte de las parejas -entiéndase jóvenes que están saliendo desde hace una semana o dos- a mantener relaciones sexuales sin preservativo porque a él no le gusta y «si no le deja y se va con otra».
Cuando mantienen esa relación, en ocasiones como se ha indicado, toman la píldora del día después si creen que ha habido algún riesgo «mayor». En la provincia jienense, según los datos facilitados por el Distrito Sanitario de Jaén, en los centros del Servicio Andaluz de Salud se dispensaron a lo largo del año pasado 4.963 píldoras del "día después".
Según explica Eduardo Sánchez, jefe del Distrito Sanitario jienense, el 66 por ciento de las mujeres que pidieron la píldora postcoital comprendía una edad entre los 17 y 29 años. Las menores de 17 supusieron el segundo grupo de edad que más demandó este medicamento indicado exclusivamente para interrumpir un posible embarazo con como máximo 72 horas después de haber mantenido una conducta sexual considerada de riesgo. Fueron el 23 por ciento del total de demandantes.
Eduardo Sánchez indica que la rotura del preservativo fue el principal motivo al que aludieron las jóvenes que pidieron la píldora del día después. Aun así, el director del Distrito de Jaén afirma que, en muchos casos, las jóvenes hacen uso de este fuerte fármaco (con efectos secundarios agresivos) como método anticonceptivo. «Cuando acuden al médico para solicitarlo o lo piden en una consulta de Planificación Familiar, se les informa claramente de que esta píldora es sólo para ocasiones excepcionales y que, debido a los riesgos que conlleva, es muy poco recomendable que se use como un anticonceptivo habitual.
Esta semana se ha conocido, además, otra encuesta de Bayer Schering Pharma en la que se destacaba que el 40,2 por ciento de las jóvenes de entre 15 y 19 años no utiliza anticonceptivos en sus relaciones sexuales.
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